Los retos de la farmacia en Internet

 

Los recortes, la crisis económica, los impagos de las Administraciones Públicas, la futura receta digital, el aprovechamiento de las nuevas tecnologías, la entrada en Internet… las farmacias españolas viven un momento de grandes retos e incertidumbres, que les hacen plantearse su futuro.

Por si esto fuera poco, se teme una posible liberalización del sector farmacéutico en el futuro, acercándonos al modelo vigente en Estados Unidos y en los países latinoamericanos, donde las farmacias pertenecen a grandes cadenas de negocio que controlan el sector y mantienen a sus clientes “bajo los designios” de sus intereses comerciales.

EL TEMOR A LA LIBERALIZACIÓN

Sin embargo, en España y Europa el modelo es muy diferente: aquí las farmacias son un servicio público, independiente y comprometido con la sociedad. Basado además en la profesionalidad y dispuesto a ofrecer consejos objetivos y un trato personalizado, de confianza con el cliente.

En el futuro también cambiarán los clientes que hoy compran en una farmacia: cada vez habrá más personas mayores con grandes necesidades sanitarias; cada vez más inmigrantes llegados de países menos desarrollados, y cada vez más clientes “tecnológicos” que quieren comprar a su farmacia “de toda la vida” por Internet porque les resulta más cómodo… y que buscan el consejo “digital” de su farmacéutico de barrio.

LA RECETA ELECTRÓNICA

Y en esta situación de retos, Internet juega un papel fundamental para las farmacias españolas. Un nuevo mundo en el que poder mostrarse, operar y comunicarse sin límites, y en el que buscan situarse para que no les pillen desprevenidos los cambios que se avecinan.

Lo primero que se plantea una farmacia que piensa en Internet es la legislación aplicable. Para ello, han de consultar el Real Decreto 870/2013, de noviembre de 2013 que regula la venta de medicamentos por Internet, y permite la venta de medicamentos que no lleven receta y productos de parafarmacia. En Europa la norma es similar, aunque hay países que ya han autorizado la venta con receta, como Alemania, Reino Unido u Holanda.

Y precisamente ese es otro de los nuevos retos para el sector: la futura autorización de la “receta electrónica”, cuyo proyecto prepara el Ministerio de Sanidad, y que dejaría anticuada la necesidad de presentar una receta en papel para acceder a los medicamentos bajo prescripción facultativa, de manera que la venta por Internet podría verse beneficiada.

INTERNET, ¿VENDER O ESTAR?

Por todo lo anterior, las farmacias españolas son hoy uno de los actores con más movimiento en Internet, y su entrada en el negocio del e-commerce se desarrolla de manera cada vez más evidente. De hecho, según datos de 2015 de la la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), en España hay más de un centenar de farmacias que ya han sido autorizadas para la venta online.

En estos pocos años, muchas farmacias están apostando por Internet, poniendo en marcha una web corporativa y estando presentes en las redes sociales, antes de dar el paso al e-commerce. Estas farmacias han obtenido rentabilidad en dos cuestiones: la captación de nuevos clientes y la construcción de su “marca personal”.

Pero para conseguir este rendimiento también han aprendido una lección: entrar en Internet supone mantenerse, no pueden abandonar sus cuentas ni su web cuando ya tienen seguidores y clientes. Aquí entran en juego las agencias y profesionales del marketing farmacéutico digital y de la gestión de redes sociales, capaces de acometer una gestión integral de esta nueva “etapa digital” que afrontan las farmacias en nuestro país.