El spam también conocido de manera más vulgar como correo basura. Sin embargo, no todos los mensajes que no han sido solicitados por el receptor pueden ser considerados spam. Para establecer si un envío es realmente basura se tienen en cuenta además otros factores;
funamentalmente siendo apuntados como tales aquellos de índole comercial, que intentan imponer llamados a la acción sin haber manetenido interacción previa con el contacto correspondiente.
Para reforzar aún más el concepto, es acertado diferenciar el caso planteado con anterioridad relacionado a un ofrecimiento comercial sin ser parte el receptor de una lista de contactos existentes a uno en el que un viejo amigo obtiene la casilla de email del receptor y decide contactarlo por primera vez. Evidentemente, la diferencia es abismal y jamás podría considerarse spam el uso de un email con intenciones de sociabilizar con otras personas.
Al ser un tipo de comunicación online no deseada, el spam siempre resulta molesto. Si bien en la mayoría de los casos son inofensivos, exiten otros que pueden formar parte de estafas, robos de identidad o fraudes informáticos. Es por eso que si una compañía incurre en el envío de emails que sean considerados spam de modo recurrente, será apuntada como dudosa, quitándole la confianza depositada por parte de los consumidores y afectando sensiblemente en la imágen y reputación de la misma.
Existen tres conceptos claramente diferenciados que son inexorablemente motivos para que un mensaje sea considerado spam. En primera medida, el anonimato en cuanto a la dirección o identidad del remitente es motivo suficiente para que el envío no pase los filtros de spam de las casillas de correo electrónico. Por una razón obvia, si desde la generación del mensaje no se responsabiliza ninguna compañía o persona, es imposible que el mismo goce de cierta legalidad o confianza necesaria.
El internacionalmente conocido mass mailing, hace referencia al envío de un mismo mensaje a un gran número de personas, sin ser parte de ese grupo integrantes de una lista de prospectos lograda con anterioridad mediante formularios de suscripción online. Es por ese motivo que realizar una conciente y adecuada captación de contactos al conformar una lista de receptores resulta sumamente elemental.
Otra razón que está ligada íntegramente a los motivos anteriores es que los mensajes no hayan sido solicitados por los receptores, sino que por el contrario intentan ser impuestos sin miramientos y de modo forsozo. Más allá de contar con datos correspondientes a distintas casillas de email, si los mismos no fueron obtenidos por métodos permitidos o la información referida a la compañía o emprendedor que actúan como remitentes no son otorgados; las probabilidades de que el mensaje sea considerado spam son realmente altas.
Debido a que existen aún algunas personas que son incapaces de identificar por cuenta propia cuando un mensaje es spam, es que las compañías proveedoras de casillas de correo electrónico están cada vez más preocupadas por establecer métodos más eficaces de clasificación y filtrado de mensajes que no reúnan la transparencia requerida.