Habitual en varios sitios web que disponen de formularios de suscripción a una lista de contactos o boletines electrónicos, el doble opt in funciona de la misma forma que los tradicionales sistemas de inscripción para recibir novedades y beneficios en los cuales, dejando algunos datos tales como nombre y casilla de email, la compañía podrá contactar a los solicitantes y compartir con ellos actualizaciones, promociones y ofertas especiales.
Ahora bien, ¿cuál es la diferencia con un sistema de suscripción común? ¿Qué es el doble opt in realmente? La respuesta es sencilla. Una vez que la solicitud de suscripción inicial es recepcionada por el software o sistema destinado a captar los datos, el mismo procede a enviar automáticamente un email de confirmación a la casilla manifestada por el nuevo usuario.
A partir de ese mensaje, el cual contiene un link en el cual el destinatario del mensaje debe hacer clock brindando su aceptación, queda definitivamente confirmada la suscripción a la lista. Si bien el proceso contempla un paso más que la antigua modalidad de suscripción, existen algunos beneficios especiales que justifican el proceso y cumplimiento del doble opt in.
Entre las razones más importantes para aplicar el sistema de doble opt in es que la confirmación posterior al ingreso de una casilla de email en el sitio web debiendo ingresar a la cuenta para dar el click correspondiente garantiza la identidad de quien se ha registrado en el listado de suscriptores perteneciente a la compañía.
Si ese paso no se cumpliera, simplemente cualquier persona podría ingresar una casilla de email sin ser el propietario real de la misma; por lo que el original dueño seguramente marcará los mensajes como spam al desconocer la procedencia de los mensajes recibidos. La intención de una sana interacción con los actuales y futuros clientes es que la misma sean consentida, no forzada.
Desde el punto de vista de la utilidad, además, ese tipo de falsas suscripciones generará una lista de pésima calidad, siendo en realidad una gran cantidad de casillas de email erróneas o que no recibirán las notificaciones y ofrecimientos de la compañía con la certeza deseada. Sumado a esto, las listas que no cuentan con un doble opt in que asegure la identidad de nuevos interesados en el acontecer de la compañía concluirá en estadísticas erróneas, condicionando inconscientemente las decisiones estratégicas a resolver en el futuro.
Obviamente, desde el punto de vista comercial y en pos de generar una relación a largo plazo es preferible contar con una lista generada por doble opt in con un número inferior de usuarios a los que recurrentemente se les puedan presentar nuevas promociones, descuentos u ofertas especiales que un número mayor de falsos suscriptores. Indefectiblemente, de esa manera los resultados serán mucho más auspiciosos.
Por último, es acertado aseverar que el uso del doble opt in permite reducir el número de quejas por spam, evitando futuros inconvenientes por tratarse de un sitio web con reiteradas denuncias de este tipo y las probables complicaciones que una mala reputación suele acarrear. Es más, está prácticamente consumado el hecho de que en un futuro cercano y con la intención de proteger a los usuarios del correo electrónico, el uso del doble opt in será una condición legalmente obligatoria.